“Sé en quién he puesto mi confianza”.
“Encuentro en esta frase de San Pablo una hermosa manera de reseñar todos estos años de entrega y servicio como discípulo y misionero de Jesucristo, Sumo sacerdote y Buen Pastor, y de cara a mi aniversario sacerdotal la leo en “doble vía”: las palabras con las que alabo al Señor por su amorosa y gratuita elección, pero además las palabras con las que el Señor me confirma su Amor”.
“En efecto, como tu sacerdote, hoy te digo Señor Jesús: ¡gracias!, desde el primer momento supe con la certeza del amor que no me equivoca al obedecer tu llamado y seguir tus caminos consagrándome a tu servicio. Por otra parte, en estas palabras encuentro, renovado, la confirmación de tu elección, tu confianza, tu fidelidad”.
“A pesar de mi pobreza humana, mis errores e infidelidades, tú sigues amándome sacerdote como en el primer día ¡¡¡Gracias por configurarme a tu ser sacerdotal, gracias por confirmarme en tu santidad, gracias por animarme en el Espíritu del Padre a continuar “remando mar adentro”, a no temer los nuevos rumbos a los que me irás empujando, a ser cada día indigno siervo de justicia y santidad ante los hombres”.
“Con la amada Virgencita de Suyapa, nuevamente te digo”: “Hágase en mí según tu Palabra”
Con afecto en Cristo y María Santísima